El Castillo de la Real Fuerza es un bastión ubicado en la Avenida del Puerto, cerca de la Plaza de Armas, una de las cuatro plazas principales de La Habana Vieja. Su relación y cercanía con estos dos puntos destacados de la ciudad que dan a la bahía de La Habana, indican la importancia que poseía el castillo como fortaleza frente a enemigos de la antigua regencia española. Es por tanto un gran exponente de la arquitectura militar de la época que ofrece al visitante un vistazo al pasado colonial y español de Cuba.
La construcción del castillo comenzó en el año de 1558 y terminó en 1577. El emplazamiento fue elegido para defender La Habana, aunque los franceses hubiesen derribado otra fortaleza anteriormente erigida ahí. De hecho, el emplazamiento no era muy estratégico, porque estaba tierra adentro y no tan cerca del mar, fallando así en el objetivo de proteger a la ciudad de los corsarios y demás enemigos que atacaban por la costa. Sin embargo, el Castillo de la Real Fuerza se mantuvo en pie, resistiendo al ataque posterior de los ingleses, y es ahora el edificio más antiguo de su clase en toda América.
La fortaleza, aparte de punto defensivo, también era guardiana de los objetos valiosos pertenecientes a la Corona española. Durante el siglo XVIII y XIX siguió cumpliendo su original propósito militar, pero a mediados del siglo XX comenzó a ser hogar de distintas instituciones como la Biblioteca Nacional y la Comisión Nacional de Monumentos.
En su arquitectura original, al igual que en su emplazamiento, se pueden encontrar algunos defectos, como un patio pequeño, ausencia de escaleras para acceder al segundo piso o una artillería insuficiente. Algunos de ellos fueron arreglándose a lo largo de los años para mejorar la potencia de la fortaleza, pero otros se mantuvieron igual. A pesar de todo, el visitante puede disfrutar de una arquitectura renacentista, menos común pero aún así de un estilo magnífico. Un detalle de la estructura, la famosa veleta situada en la misma entrada de la fortaleza, destaca por la leyenda o historia que la rodea. Se llama La Giraldilla, y representa la figura de una mujer que esperó al regreso de su marido que finalmente murió y la condenó a ella también a la muerte por amor.
Aparte del paseo y visita al castillo, podrás disfrutar del Museo de la Navegación y aprender sobre la historia marítima de la isla. El museo se encuentra en el foso que rodea a la fortaleza, y dispone de todo tipo de exposiciones de valiosos objetos de la época colonial, además de una maqueta a escala de todo el castillo.
Más información:
Ubicación:
Avenida del Puerto, Plaza de Armas, La Habana Vieja, Cuba.
Horario:
todos los días de 9:00 a 18:30.
Teléfono:
(+53) 8644490.
Mapa Interactivo:
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