El Convento de Belén, situado en la Calle Compostela de La Habana Vieja, resalta por su antiguo estilo colonial y por el gran tamaño de sus propiedades. Es una obra arquitectónica religiosa cuya visita no te puedes perder por la historia que guardan sus paredes y el arte que rodea a los lugares que lo componen.
El convento tuvo la primera forma de colegio. Fue así porque los padres de las familias aristócratas y más pudientes de la ciudad deseaban enviar a sus hijos a una institución educativa separada de las demás, que estuviera también bajo la orden de los jesuitas. Tras la primera construcción del edificio principal, no hizo más que ampliarse con añadidos como el hospital, la encantadora iglesia con su torre-campanario, una segunda planta, y una enfermería. Aparte de educar, en el convento se proporcionarían otros servicios a la población como la atención a los heridos, pobres y enfermos.
El convento sufriría varios estragos tras el paso de los años, incluido el abandono por la orden religiosa. Pero en los años 90 se comenzó un trabajo de restauración magnífico que hoy en día permite la visita al convento, que aloja además, diferentes talleres y actividades sociales para ancianos.
Es también imprescindible mencionar el observatorio existente en el convento, que permite vaticinar los fenómenos meteorológicos próximos. Quizás la más famosa previsión vino del padre Benito Viñes Martorell, que avisó por primera vez de la llegada de un ciclón tropical a Cuba en 1875.
Más información:
Ubicación:
Calle Compostela, La Habana Vieja, Cuba.
Horario:
De lunes a sábados de 9:00 a 17:00. Domingos de 9:00 a 13:00.
Precio de la entrada:
2 CUC.
Mapa Interactivo:
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