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La Habana Vieja

Descubre La Habana Vieja, el encantador casco histórico de la capital de Cuba, siempre llena de vida y color

La Habana Vieja
La Habana Vieja
© Andrea Nottoli

Cuando hablamos de La Habana Vieja, pensamos inmediatamente en el característico encanto cubano y el vivo ambiente habanero, ya que se trata del casco histórico de la capital cubana, una joya declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1982 que todo visitante debería conocer. Se trata de la zona más antigua de la ciudad, donde nació la actual capital de la isla de Cuba. Originariamente llamada San Cristóbal, al estar ubicada en un importante puerto del Caribe, creció durante la época colonial española y acabó por convertirse en un importantísimo centro urbano de Centroamérica.

Plaza de la Catedral de La Habana Vieja
Plaza de la Catedral de La Habana Vieja
© Tony Hisgett

No es de extrañar entonces que La Habana Vieja sea famosa por conservar todo el arte y la cultura más puramente cubanos, repartidos por miles de lugares históricos que se preservan como joyas y orgullo del patrimonio nacional. Además, la diversidad en cuanto a estilos de arte y arquitectura se respira en cada edificio, pudiendo apreciar desde el más innovador art déco de la época, hasta el más antiguo palacio colonial.

Plaza de San Francisco de Asís, La Habana Vieja
Plaza de San Francisco de Asís, La Habana Vieja
© Robin Thom

Para descubrir La Habana Vieja en profundidad, se recomienda empezar por una de sus cuatro plazas principales, desde las que se desarrolla la ciudad. Están conectadas entre sí por numerosas calles y avenidas, como la del Obispo y la de Mercaderes. La más antigua de sus plazas es la Plaza de Armas, cuyo nombre describe las actividades militares que se realizaban en ella. Las otras tres son la Plaza Vieja, exponente del Art Déco y centro de galerías y comercios; la Plaza de la Catedral, donde se alza la Catedral de La Habana y otros edificios coloniales; y la Plaza de San Francisco de Asís, un lugar cercano al puerto, donde solían atracar y partir los barcos en época colonial.

Museo de Arte Colonial
Museo de Arte Colonial
© Wilder Mendez

Al pasar el día en estas plazas y comenzar el recorrido por las calles cercanas descubrirás numerosos lugares de interés. Una cosa a destacar es la gran cantidad de museos que el visitante puede descubrir a lo largo y ancho del casco histórico habanero. El Museo de la Maqueta de La Habana Vieja es especialmente recomendable, pues garantiza una visión global de toda la ciudad, con sus monumentos y edificios. Además existen otros museos destacados como el Museo de La Ciudad, ubicado en el ostentoso Palacio de los Capitales Generales, donde encontraremos a través de sus objetos expuestos el relato de la historia de Cuba desde sus pretensiones independentistas hasta la victoria de la Revolución; el Museo del Tabaco y el Museo del Ron, dos espacios que nos muestran la evolución de estos dos bienes que caracterizan una parte de la cultura cubana; el Museo de Arte colonial, ubicado en el edificio más antiguo de la Plaza de la Catedral; o el Museo Casa Natal de José Martí, donde podemos aproximarnos a la histórica figura del héroe nacional cubano.

También son remarcables los palacios y obras coloniales como el  Palacio del Marqués de Arcos, el cual preside la Plaza de la Catedral desde el siglo XVIII, o su vecino Palacio del Marqués de Aguas Claras, antaño oficinas bancarias y actualmente un famoso restaurante de La Habana; la llamativa y aristocrática Casa de la Obra Pía; además del Palacio de los Condes de Jaruco, el cual decora uno de los lados de la Plaza Vieja con una bella fusión entre el estilo mudéjar y el barroco.

Finalmente, no puedes irte de La Habana Vieja sin pasar por sus locales y restaurantes famosos y cautivadores. La Bodeguita del Medio es internacionalmente conocida, y es una parada obligatoria. Allí podrás disfrutar de la rica comida criolla y los famosos mojitos, aunque si te decantas más por el famoso cóctel cubano del daikiri, no dudes en visitar El Floridita, ambos locales frecuentados por diversas celebridades como Hemingway, Fidel Castro y Nat King Cole, entre muchos más.

Índice

¿Qué ver en La Habana Vieja?

Plaza de la Catedral
Plaza de la Catedral
© Guillaume Baviere

El centro histórico de La Habana está repleto de monumentos y lugares de interés, tanto museos como palacios y edificios históricos. Como ocurre en muchas otras ciudades con centro histórico, lo mejor es perderse por las calles y disfrutar de una experiencia más relajada, pero también conviene conocer los sitios más interesantes de La Habana Vieja, lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. 

Castillo de la Real Fuerza, Plaza de Armas
Castillo de la Real Fuerza, Plaza de Armas
© Jaime del Río

Son famosas las cuatro grandes plazas de La Habana Vieja, en torno las cuales se erigen importantes edificios y de las que salen y llegan las principales calles del centro histórico.

Calle Mercaderes
Calle Mercaderes
© Pierre Langlois

Al norte encontramos la Plaza de la Catedral, donde se erige el precioso templo barroco de la Catedral de San Cristóbal de La Habana, y a cuyo lado oeste se adscribe el Palacio de los Marqueses de Aguas Claras, antigua sede del Banco Industrial de la capital, y el Museo de Arte Colonial, un espacio idóneo para conocer el arte desarrollado durante la época colonial en la isla.

Cercana a ésta tenemos la Plaza de Armas, de carácter algo militarizado dada su historia relacionada con la Armada, y en torno a la cual se configuran espacios y edificios afines, como el monumental Castillo de la Real Fuerza, o el Museo de la Ciudad, ubicado en el antiguo Palacio de los Capitanes Generales, sede ostentosa de sus estancias en la capital cubana en el que podemos conocer su historia desde los tentativos de independencia nacional hasta la victoria de la Revolución. 

Por otro lado, en la Plaza de San Francisco de Asís, podremos disfrutar de la iglesia y convento dedicadas al santo, así como el interesante Museo de Arte Sacro donde podremos conocer más acerca de este género concreto de arte, y el vecino Museo del Ron, un espacio que todos los amantes de esta bebida necesitan conocer. 

Por último, más hacia el sur encontramos la llamada Plaza Vieja, una bonita zona llena de colores, donde podrás encontrar el Palacio de los Condes de Jaruco, un edificio que fusiona el estilo mudéjar con el barroco, además de otros lugares de interés como la Fototeca de Cuba, un lugar donde se exhiben muestras de fotografía cubana histórica y contemporánea, y el Centro Brau, un espacio cultural y artístico muy famoso entre los habaneros.

Una de las mejores formas de moverse por La Habana Vieja es a través de sus dos calles más importantes. 

Por un lado, la calle Mercaderes, una histórica avenida que recorre el centro histórico desde la Catedral hasta La Plaza Vieja, y donde hoy en día podemos encontrar algunos de los museos más interesantes del centro histórico, como el Museo Maqueta de La Habana Vieja, un espacio donde conocer a vista de águila todos los rincones de la capital cubana; la Armería 9 de abril, idóneo para todo aquel interesado en el mundo de las armas de época y su historia; o el Museo del Tabaco, el lugar donde saber todo lo referente a los famosos puros habaneros tan famosos; finalmente, podemos darnos un capricho visitando el Museo del Chocolate, un lugar que deleitará nuestros sentidos. 

Por otro lado, otra de las importantes arterias que configuran el bullente casco antiguo es la calle Obispo, desde la bahía hasta el centro de La Habana, un precioso boulevard lleno de historia, colores y vida, donde podremos encontrar lugares importantes como el Hotel Ambos Mundos, ubicado en la esquina que une esta calle con Mercaderes, un edificio rosado famoso por haber sido el hogar de Ernest Hemingway durante una temporada; o el interesante Museo Nacional de Historia Natural de Cuba, donde adentrarse por un recorrido a través de la naturaleza de la isla. 

¿Qué ver en un día por La Habana Vieja?

El Templete
El Templete
© Viajescuba

Si estás en la capital cubana y decides visitar su casco histórico de La Habana Vieja, un buen plan es pasarse un día recorriendo sus coloridas calles y plazas, en las cuales podrás experimentar la verdadera esencia de la vida habanera. 

Tu recorrido puede comenzar en cualquiera de las cuatro grandes plazas que componen el casco histórico de la capital de Cuba, pero te proponemos hacerlo por la más antigua y aquella en la que se supone nació la ciudad, la Plaza de Armas, rodeada por el imponente Castillo de la Real Fuerza y la mítica construcción de El Templete, donde siempre hay mercadillos de artesanía y objetos únicos; cercana a ésta podemos encontrar la Plaza de la Catedral, donde como indica su nombre se levanta la preciosa Catedral de La Habana de estilo barroco y dedicada a San Cristóbal, santo patrón habanero, y bordeada por magníficas casas señoriales; al sur tenemos la Plaza de San Francisco de Asís, famosa por su animado ambiente y edificios de estilo colonial de vivos colores; por último está la Plaza Vieja, la cual fue reformada hasta ser un fiel retrato de su aspecto en el siglo XIX y que es hoy en día uno de los espacios artísticos más eclécticos de la capital cubana. 

El casco antiguo de La Habana Vieja se vertebra por dos grandes arterias urbanas históricas: en primer lugar la Calle Mercaderes, la cual inicia desde la Catedral y se dirige hacia el sur atravesando el Museo del Tabaco y el Museo del Chocolate, y donde podremos encontrar durante el recorrido la estatua de Simón Bolívar en una plazuela anexa llena de encanto, para ir concluyendo finalmente en la Plaza Vieja; por otro lado está la famosa Calle Obispo, con la que podemos disfrutar de un largo y estimulante paseo desde la Plaza de Armas, a cuyo paso encontrar el Palacio de los Capitanes Generales, el mítico Hotel Ambos Mundos donde se alojó Hemingway, hasta acabar en el famoso Bar Floridita, lugar ideal para relajarse y divertirse tras un día lleno de emociones.

¿Qué planes y actividades hay en La Habana Vieja?

Bodeguita del Medio
Bodeguita del Medio
© Channed

El casco histórico de la capital de Cuba es un lugar lleno de encanto, cuyas gentes siempre están en movimiento e interactuando con los visitantes, haciendo su vida rutinaria y donde precisamente no faltan planes y actividades que llevar a cabo para quien decide conocer La Habana Vieja. 

El Floridita
El Floridita
© Wilder Mendez

El ambiente auténtico y encantador del casco histórico de La Habana se ve reflejado en los coches antiguos dignos de coleccionista que recorren las calles, el aspecto añejo y único de sus edificios, los ritmos y la música que no se deja vencer por las nuevas tendencias y un sinfín más de cosas que hacen sorprender y descubrir nuevas cosas a quien lo visita.

Durante el día hay muchísimas actividades posibles: por ejemplo, comenzando por la Plaza de Armas, donde además de sus mercadillos en los que podemos encontrar objetos únicos de coleccionista y productos artesanales, nos topamos con El Templete, edificio neoclásico construido junto a una ceiba, un árbol bajo cuyo follaje se celebró la primera misa fundacional de la capital y dice la leyenda que dar tres vueltas a su alrededor al contrario del sentido de las manecillas del reloj trae suerte y prosperidad a todo aquel que lo haga. Cerca de allí se sitúa la Plaza de la Catedral, donde además de dejarse embelesar por la magnífica fachada barroca del templo, se puede aprovechar y hacer una parada en la Bodeguita del Medio, conocida por su mojito cubano y donde se puede degustar la sencilla y famosa gastronomía criolla

Continuando por las dos famosas calles del centro histórico, la Calle Mercaderes y la Calle Obispo, podemos ir observando a mujeres que venden maní y productos al aire libre, al ritmo de muchas de las orquestas que hacen sonar el son cubano y van animando el ambiente. El nexo de unión de estas dos calles es el Hotel Ambos Mundos, en el que estuvo alojado por un periodo Hemingway y cuya habitación ahora es una especie de altar dedicado al escritor norteamericano y visible para los curiosos. Otra forma de homenajearle es dirigirse hacia El Floridita, bar usualmente frecuentado por el premio Nobel donde solía tomarse un daiquiri, y seguir sus pasos probando el famoso cóctel cubano

Llegada la tarde-noche un evento de especial importancia para los cubanos es la Ceremonia del Cañonazo, en la que todos los días a las 21:00 se hace disparar un cañón desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, anunciando el tradicional cierre de las puertas de las antiguas murallas de la capital. Volviendo desde el otro lado de la bahía por medio de la lanchita de Casablanca, retornamos a la parte sur del casco histórico, cerca de la Plaza de San Francisco y de la Plaza Vieja, en la cual podemos sentarnos en algunas de sus terrazas y disfrutar del maravilloso ambiente nocturno que se despliega a lo largo y ancho de La Habana Vieja

¿Cuál es el mejor momento para visitar La Habana Vieja?

La Habana Vieja es un maravilloso destino que visitar y cualquier época del año es ideal para hacerlo. El clima casi siempre es bueno, pero para evitar un excesivo calor es recomendable visitar la isla fuera de la temporada tropical y la época húmeda: es decir, la mejor opción sería la de visitar la ciudad entre los meses de noviembre y abril, cuando el clima es más seco. Otra opción es visitar la isla en temporada baja, para que el viaje resulte algo más económico y haya menos turistas en la ciudad, correspondiendo a los meses de abril hasta junio, y de agosto a noviembre. 

Durante el verano, en La Habana Vieja hay mucho movimiento y un gran ambiente, además desde las primeras semanas de julio comienzan las celebraciones del Carnaval habanero, que seguirá durante todo el mes de agosto. Pero el ritmo frenético de la noche en La Habana realmente perdura hasta el mes de octubre, cuando todavía las temperaturas nocturnas son agradables. 

En el mes de diciembre se celebran varios Festivales Internacionales, como el de Nuevo Cine Latinoamericano y el Festival Internacional de Ballet de La Habana, famoso en todo el mundo por la calidad y la preparación de sus bailarines.  Otra opción magnífica para visitar la ciudad es en los meses de abril y mayo, cuando además de ser temporada baja, se celebra el Festival Internacional Habana Vieja: Ciudad en Movimiento, un fantástico despliegue de música por las calles, bailes, conciertos y exposiciones celebrado en el mes de abril, siendo el festival más importante de La Habana Vieja, por lo que todo el mundo sale a celebrarlo por todo lo alto. 

¿Dónde alojarse en La Habana Vieja?

Hotel Iberostar Parque Central
Hotel Iberostar Parque Central
© Hotel Iberostar Parque Central

Probablemente la mejor opción que existe, no sólo en La Habana Vieja, sino en el resto de ciudades cubanas, sea la de alojarse en casas particulares. Se trata de un tipo de alojamiento muy propio y típico de Cuba, mediante el cual podrás conocer de primera mano el país y vivir como lo haría un habitante de La Habana. Supone una experiencia única, que hará que conozcas mucho mejor la ciudad y la cultura del lugar, pudiendo preguntar cualquier duda o comentar tu visita con los anfitriones, además de ser una opción más económica

Hotel Iberostar Grand Hotel Packard
Hotel Iberostar Grand Hotel Packard
© Hotel Iberostar Grand Hotel Packard

Si prefieres un tipo de alojamiento más clásico, existen también numerosas opciones de hoteles en La Habana Vieja. Uno de ellos es el famoso Hotel Inglaterra, el más antiguo de Cuba, declarado Monumento Nacional y de un marcado estilo mudéjar; otro es el Hotel Ambos Mundos, de los más conocidos de la capital cubana tanto por su llamativo estilo de principios de siglo XX como por conservar la habitación en la que se alojó una temporada el escritor Ernest Hemingway; otro hotel con encanto añejo es el  Hotel Santa Isabel, ubicado en un antiguo edificio de estilo colonial en frente de la Plaza de Armas; junto al Hotel Mercure Sevilla, que hace gala de un estilo neoárabe y está ubicado a las puertas de La Habana Vieja. 

Si buscamos algún alojamiento a todo lujo donde no nos falte  de nada, dos buenas opciones serían las de alojarse en un hotel de cinco estrellas como lo son el Hotel Iberostar Parque Central, en el que podrás pasar de su parte más histórica a la más moderna en tan sólo unos pasos, y el Hotel Iberostar Grand Hotel Packard, de corte casi futurista, lleno de toda novedad e innovación; si seguimos hablando de alojamientos de lujo, no puede faltar mencionar el Hotel Manzana Kempinski, una joya histórica habanera con un modernísimo interior sumamente cuidado. 

¿Cómo llegar a La Habana Vieja?

Dependiendo de dónde te encuentres en ese momento, existen diferentes formas de llegar hasta el centro histórico de La Habana. Por ejemplo, si te diriges hacia La Habana Vieja directamente desde el Aeropuerto Internacional José Martí, podrás hacerlo de forma sencilla en cualquiera de los traslados que ofrecemos. Si lo haces desde otra parte de La Habana, puedes moverte bien en taxi (amarillo), o en alguno de los almendrones que recorren la ciudad, toda una ruta en un icónico automóvil clásico; además existen guaguas (autobuses urbanos), pero la mejor opción sin duda es recorrer sus calles tranquilamente a pie, disfrutando a cada momento del insteresante paisaje urbano que ofrece el centro histórico.

Mapa Interactivo:

La Habana:

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